Estamos situados junto al pinar de Sigüenza, para los seguntinos, su lugar de escape y relajación de la ciudad. Sus grandes pinos esconden una importante cantidad de ardillas o corzos, y da pie a bonitos y largos paseos que pueden llegar hasta Barbatona, o simplemente saliendo del Castillo atravesarlo para salir por la parte baja de la Ciudad. Lugar perfecto para realizar actividades de senderismo, ciclo turismo y mountain bike, así como para practicar la micología y la fotografía.
Uno de los lugares interesantes para visitar en el pinar son las Praderas de Valdelagua. Son muy fáciles de encontrar ya que están en el tramo del recorrido del Camino del Cid que atraviesa el pinar, desde Sigüenza a Barbatona, y que está señalizado con las características balizas blancas y rojas. En este tramo, también coincide el GR-10. Se trata de una zona despejada y plana, ideal para el descanso y para comer ya que tiene mesas tipo merendero. Dista de la Plaza Mayor unos cuatro kilómetros y medio, y puedes ir tanto andando como en coche, siguiendo en este caso la carretera que se dirige a Barbatona atravesando el pinar.
Sigüenza a 6 km
Sigüenza es una ciudad situada estratégicamente para controlar el paso del alto Henares y los valles de los ríos Dulce y Salado. Tras los vestigios de antiguos pobladores: celtíberos, romanos, visigodos y árabes; se impone una Sigüenza medieval que secuestra la mirada ya en la primera vista general.
El castillo domina la ciudad, la postal y contiene en sus cimientos, que ascienden hasta sus almenas, secretos de sus pobladores, que fueron todos. La Casa del Doncel, de obligada visita; La iglesia de San Vicente o de Santiago, los restos de murallas imbricados por la ciudad; la catedral, con su imponente interior de bóvedas y mausoleos… completan el puzle de este periodo.
Su Catedral es una visita imprescindible. Es, en conjunto, un bello ejemplar del cisterciense o primer gótico y en ella merecen especial interés: las Capillas de los Arces, de San Pedro, de la Anunciación, o de San Marcos, la estatua del Doncel y rosetones góticos de los siglos XII-XVI.
Conviene no perderse la parte renacentista y barroca que se imprime en las calles y plazas, que se refleja en palacios y casas, que se percibe en conventos y ermitas. Esta Sigüenza la encontramos en la Plaza Mayor o el Barrio Humanista, en la casa Plateresca o el Palacio Episcopal, en el Convento de San Francisco o Nuestra Señora de los Huertos… y en cada uno nos detendrá el paso la observación de sus fachadas, la visita interior o el descanso bajo las arquerías.
Entorno Natural
Tres son los espacios naturales protegidos en la comarca: el Parque Natural del Río Dulce, el Lugar de Interés Comunitario del Río Salado y la Microrreserva de los Saladares del Río Salado.
Salinas de Imón A 14 km de la ciudad de Sigüenza se encuentran las Salinas de Imón. Fueron durante muchos años las de mayor producción de la España peninsular. El Rey Alfonso VI concedió al obispado de Sigüenza la explotación de las mismas que estuvieron operativas hasta 1996. A diferencia de las salinas romanas que ya hemos visitado en Vigo, estas se encuentran en una zona interior, no junto al mar. Es una explotación del río Salado. Han sido declaradas Bien de Interés Cultural.
Parque Natural del Barranco del Río Dulce A 15 km de Sigüenza se encuentra el cañón del Río Dulce. Este oasis fue escenario de muchos capítulos del programa «El hombre y la Tierra» de Félix Rodríguez de la Fuente. En la hoz de Pelegrina, una de las 28 pedanías de Sigüenza, guardaba todo el material necesario para el rodaje de la serie. Hoy en día un mirador con vistas al cañón homenajea su trabajo. Por el parque se pueden hacer multitud de rutas a pie.